Estamos ante el mayor problema del mundo; el más grande de todos. Es relativo a la definición que hacemos de "hombre".
El cristianismo lo considera un hijo ligero de Dios.
El liberalismo lo considera un subproducto accidental de la evolución.
Pero el Islam lo considera un vasallo de Dios, o sea, de las Potencias Primarias y Fundamentales; del Principio Fundamental.
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