jueves, 14 de julio de 2011

Esta escrito en nuestra sangre humana

Habremos de ser quienes somos.

Está preestablecido en nuestra sangre humana que habremos de tener sentimientos en nuestros corazones, reverencias y respeto hacia las Fuerzas y Poderes Naturales que están por encima de nosotros, como también hacia los otros seres de la creación.

No somos dueños de nuestra vida, de nuestra salud, de nuestra tranquilidad, de nuestra felicidad. Ha de reverenciarse aquello Superior de lo que dependemos; temerle, respetarlo, confiar en ello y venerarlo, y también debemos amar a nuestros hermanos, tenerles clemencia y compasión, preocuparnos por ser buenos y justos, y cuidarnos de no hacer daño a los demás.
Todas estas conductas son considerados actos de adoración del ser interior porque pertenecen en esencia al cumplimiento de las Leyes Superiores; por ello seremos recompensados, pero por la soberbia de su negación seremos castigados.

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