lunes, 12 de marzo de 2012

Desde la más remota antigüedad

Desde la más remota antigüedad el conocimiento estuvo vedado a la mayoría de la gente, lo que aseguró el Poder al grupo selecto.
En todas las ramas del saber hay un bagaje de información accesible a todos, y otro oculto, reservado a cierto grupo exclusivo.
En algunas culturas el saber era custodiado celosamente por castas sacerdotales y algunos conocimientos fueron solamente patrimonio de círculos restringidos.

La enseñanza es la manera en que se administran los conocimientos; algunos más generales son otorgados al pueblo en general; otros mucho más restringido son transmitidos por maestros de prestigio y en forma cerrada.

Por ejemplo: los discípulos de Pitágoras se habrían dividido en simples aspirantes sin investiduras, y los que estaban completamente 'iniciados' en la doctrina real del maestro.

Platón tuvo una doble filosofía: una accesible a todos, expuesta en sus diálogos, y otra más técnica, reservada sólo a los 'iniciados'.
Aristóteles divide sus obras en generales y especiales. Los comentadores admiten que esta distinción no se basa en las cuestiones ni en sus soluciones, sino en la forma y los procedimientos de exposición. En las obras generales se dan los argumentos más claros y para las especiales se reservan los más difíciles, intrincados y decisivos.

Esta distinción todavía se mantiene firmemente en el presente. Hay una información hasta pueril y general, y hay estudios altamente científicos, que encierran información confidencial.

Podría decirse que hay una inzanjable diferencia entre información (el qué) y comprensión (el porqué).

No hay comentarios:

Publicar un comentario